El sistema inmune es el responsable de la convivencia entre organismos multicelulares y microbios comensales o potencialmente patógenos.
El entorno en el que vivimos es cambiante, principalmente durante los ciclos diarios en los que la presencia de luz, temperatura, acceso a alimentos y exposición a microbios varían entre el día y la noche. Múltiples sistemas fisiológicos se han adaptado a este entorno cambiante, en lo que se conoce como ritmo circadiano.
En el caso del sistema inmune, esta adaptación circadiana se traduce en una coreografía asombrosa de moléculas y células de nuestros cuerpos que se han optimizado para la detección y respuesta a patógenos. Curiosamente, hoy se piensa que la misión real de estos procesos circadianos es mitigar la intensidad de la respuesta inmune, para evitar ser víctimas de nuestras propias defensas.
20 de junio de 2017
Dr. Andrés Hidalgo Alonso
– Profesor Asociado, Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (Carlos III).