El pasado 7 de noviembre nos abandonó Margarita Salas. Tuvo una larga vida científica que comenzó en el Centro de Investigaciones Biológicas (CSIC) y duró hasta poco antes de su fallecimiento, trabajando en su laboratorio del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM), como seguro ella deseaba.

El 21 de noviembre Rosa Menéndez, nuestra presidenta, firmó la resolución de cambio de nombre del CIB a Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas. Apenas dos semanas para aunar voluntades y cumplir formalidades; un esfuerzo que Margarita, como persona y como científica, se tenía bien merecido.

Margarita, a lo largo de su carrera, participó en todas las labores que los que nos dedicamos a la ciencia podemos y, en mi opinión, deberíamos realizar. Estableció una fructífera línea de investigación básica en un sistema modelo, el bacteriófago Phi29 de Bacillus subtilis, lo que la llevó a ser una pionera de la biología molecular en España. Fue una excelente maestra para sus doctorandos y posdoctorales, creando una excelente escuela científica. Llegado el momento, no rehuyó la transferencia del conocimiento, participando en la realización y, posteriormente, en la comercialización de la patente más famosa del CSIC, herramienta esencial para los proyectos de secuenciación de genomas. También asumió la responsabilidad social de los científicos, sirviendo de modelo para los investigadores y, lo que aún tiene más importancia, para las investigadoras, y reivindicó el valor de nuestro trabajo. Podría seguir enumerando razones, pero las expuestas bastan y sobran para justificar que Margarita merecía un recuerdo indeleble de su persona.

En el número inaugural de la Newsletter del CIB Margarita Salas pedimos a compañeros de nuestro centro que fueron discípulos de Margarita que plasmases sus recuerdos. Además, repasamos su carrera y su impacto en otro artículo, en el que destacamos los 13 años que pasó Margarita en el CIB al inicio de su carrera, en una etapa que impacta de forma esencial, como bien sabemos los investigadores, en la trayectoria futura. Margarita tendrá su nombre asociado a un centro del CSIC. El centro donde inició su larga trayectoria científica lleva ahora su nombre para el recuerdo.

Enrique J. de la Rosa

Director del CIB Margarita Salas

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